martes, 8 de diciembre de 2015

Yo no me jubilo

La humanidad envejece a la vez que aumenta la esperanza de vida. Pocas enfermedades matan a un hombre que visita al médico asiduamente. Hay ciudades de ancianos y pueblos donde no nacen niños desde hace años. Para unos un logro y para otros un problema; la superpoblación hace que consumamos más recursos de los que la Tierra produce. Malthus decía que la población aumenta en progresión geométrica, mientras que los recursos lo hacen en progresión aritmética (multiplicando por dos y sumando dos, respectivamente).
Somos una plaga, pero mis razones para no vivir tanto tiempo son otras, aun así.

Un hecho curioso es que los animales salvajes no mueren en un sillón mientras ven la tele, tampoco mueren conectados a una máquina en un hospital, ni de un susto cuando suena el despertador por la mañana... Mueren de hambre, de frío, cazados, ahogados o en alguna trampa mortal creada involuntariamente por el hombre, sólo por poner algún ejemplo.
Los animales salvajes no comen pienso diseñado a nivel molecular para ser plenamente sanos; comen lo que encuentran, lo que les gusta, lo que son capaces de conseguir por ellos mismos.
Y lo mejor... no viven todos los años que podrían vivir. Mueren cuando aún son fuertes y atractivos, cuando aún sienten el impulso de divertirse y vivir con ganas.

Cada día observo como jóvenes y mayores se afanan por llevar una vida sana. Unos no beben, otros no fuman, otros no comen beicon y otros no corren sobre el asfalto porque es malo. Los niños no; a los niños les da igual que el chocolate sea adictivo (y a mí también).

Sonaba a chiste, pero esa frase que decía que todo lo bueno engordaba, mataba o era ilegal hablaba más o menos en serio. No cometáis el error de pensar que las relaciones sexuales son completamente sanas. Son much@s los que han muerto de un infarto, a pesar de usar preservativo...

El caso es que no quiero tomar pastillas todas las mañanas para regular la presión arterial, el flujo sanguíneo en las extremidades, el colesterol y la acidez de estómago... no quiero visitar al médico más a menudo de lo que me visitan mis nietos... y mucho menos que nadie me cuide día y noche.
Prefiero que me recuerden como aquel tonto que se fue a África en triciclo y se lo comió un león.

Quiero asegurarme de no dejar fuerzas para el final; hay demasiadas cosas buenas a medio camino... como los sándwiches de queso fundido (con muchas grasas saturadas) y beicon (cancerígeno) tostado en la sandwichera (si el pan se te quema un poquito se vuelve cancerígeno también).

'Oh, vivo para ser amo de la vida, no un esclavo' - 'Desafiar la adversidad, enfrentar al enemigo sin temor' - '¡Ser realmente un Dios!' - 'Toma las rosas mientras puedas; veloz el tiempo vuela, la misma flor que hoy admiras mañana estará muerta' - '¡Oh, Capitán, mi Capitán! ¡CARPE DIEM!'
El Club de los Poetas Muertos.



Con afecto, Yeims.
Creador, fundador, escritor y limpiaventanas de El sándwich del recreo.

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