jueves, 4 de febrero de 2016

Cruzar España en longboard

Es un proyecto que me entusiasmó desde que supe lo que era viajar en skate/longboard. Tabla con ruedas, mochila a la espalda y a rodar por la carretera, viviendo con unos euros al día. Hay poco en internet sobre ello, pero conocí el concepto gracias a este vídeo:



Dos amigos, Adam Abada y Zach Baker, cubrieron los casi 600 kilómetros que separan a Boston de Nueva York sobre una tabla y con una mochila a la espalda. En este caso es una tabla de skate, más corta y con ruedas más pequeñas que un longboard, pero la esencia es la misma.

Tras recorrer yo mismo 800 kilómetros en bicicleta el verano de 2015, quería plantearme para este que se acerca un nuevo reto físico y mental. Tras investigar sobre el asunto, descubrí que estos dos colegas no eran los únicos que se habían embarcado en este tipo de aventura.

El segundo caso que encontré fue el de tres amigos que se iniciaron en este tipo de viajes recorriendo 1.500 millas (2.500 km) a través de Perú y Bolivia. Adam Colton, Paul Kent y Aaron Enevoldsen son sus nombres. Se trataba de un viaje de gran envergadura que documentaron en vídeo extensamente y se puede ver en YouTube dividido en capítulos.



El siguiente caso es de los mismos tres, esta vez en Marruecos. Fue su segundo gran viaje y ya estaban preparados ante las dificultades que les surgieron en el primero, tenían las tablas más adecuadas y el equipo justo y necesario.



Como último caso, quiero mencionar a un chico que hizo el viaje solo, Sam Holding. Mil kilómetros desde Page, Arizona hasta Los Ángeles, California. Hacerlo en solitario pone aún más a prueba la mente. Para mí es tan admirable como envidiable.



El caso es que, teniendo ya una idea medio formada de lo que era viajar en longboard, decidí ponerme manos a la obra planificando la ruta. Llevé la frase "Cruzar España en longboard" al sentido más literal posible. He aquí la ruta, de Cartagena a Finisterre, el fin del mundo durante la Edad Media, el abismo plagado de monstruos. Es uno de los Caminos de Santiago y eso abarataría mucho el coste gracias a los albergues municipales habilitados para los peregrinos, gratuitos o por un precio muy reducido.


Ya me veía yo tal que así:

Foto: fartinabag en flickr

Apenas tres semanas después de comenzar a plantear el proyecto, me doy cuenta de que no puedo hacer el viaje. Bueno, al menos no puedo hacerlo en España.

Tras confeccionar una serie de listas con material, ropa, equipo necesario, tras hacer varias pruebas con la mochila cargada y sobre el longboard, tras calcular un presupuesto diario de diez euros durante tres o cuatro semanas, me dio por revisar la normativa de circulación.

Resulta que en España los 'monopatines' se consideran un juguete y teóricamente solo se pueden usar en "zonas habilitadas para ello", en definitiva, solo en skateparks. Nunca me había planteado esto ya que en internet abundan los vídeos de 'longboarders' sobre sus tablas bajando carreteras a una velocidad de vértigo, y yo mismo a veces voy a la universidad en longboard por el carril bici. Es ilegal. Tuve que investigar bastante ya que la normativa referente al tema es escasa y muy confusa. Ni una página en internet ofrece información concluyente, sólo interpretaciones, incluso por parte de un bufete de abogados.

Decidí preguntar a mi antiguo profesor de autoescuela, a distintos policías por la calle y a varias asociaciones españolas de longboard. La respuesta definitiva me la dio la DGT (Dirección General de Tráfico) por Twitter, hundiéndome un poquito en la miseria.


En fin, seguiré investigando sobre países en los que acometer esta hazaña legalmente. Invertiré los 300 euros que pensaba gastarme en otro país.

Mis redes sociales:

2 comentarios:

  1. hazlo en otro lugar, vente a America,.ve al MachuPicchu es hermozo.

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  2. Haz Machu picchu en Long, brother! no te desanimes!

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Quiero leeros.