martes, 5 de abril de 2016

Mi segundo viaje en bici, un desastre

Aproveché la 'Semana Santa' para hacer un viaje que originalmente iba a durar nueve días y finalmente duró tres. Cambiamos la ruta varias veces por falta de dinero, condiciones meteorológicas y tiempo. Y la volvimos a cambiar durante el viaje, por no encontrar alojamiento.


Fueron tres días intensos, en los que arreglamos tres pinchazos, cambiamos un par de pedales y reconstruimos varias veces un transportín de madera, entre otras averías.

Nos llovió y nos granizó durante gran parte del primer día, en el que recorrimos 90km de Sevilla a Constantina. A la hora de comer, con 56 kilómetros a la espalda decidimos seguir hasta el pueblo siguiente. Lo que no sabíamos era el número y la dificultad de las cuestas, además del hecho de que estábamos atravesando un parque natural y no había absolutamente nada ni nadie a lo largo de la carretera (sin contar con vacas, lobos, conejos y otros animales). Apenas pasaban coches. Y no había farolas, como era de esperar.

Granizo sobre las alforjas

La desierta carretera mojada camino a Constantina

Los que hayáis seguido mi blog sin seguirme en twitter o facebook probablemente no conozcáis mi canal de youtube, por lo que os traigo una sorpresa. Grabé un poco de todo durante los tres días y, tiempo después, ya en casa, lo edité en forma de microdocumental.



Ya en Constantina, conseguimos alojamiento en 'el Tena'. Tras una ducha y tras poner a secar toda la ropa que llevávamos puesta, cenamos poco y dormimos la mona hasta las 11 del día siguiente.

A la mañana siguiente, desayunamos fuerte mientras decidíamos qué hacer. Cambiamos la ruta (que originalmente se adentraba más en la sierra) y nos dirigimos hacia Lora, haciendo solo 30 kilómetros, comprando buena comida en el supermercado y pedaleando un par de kilómetros más hasta un hostal barato que habíamos encontrado a pie de carretera.



Al despertarnos el tercer día, llamamos por teléfono para comprobar si había alojamiento disponible en Marchena, nuestra siguiente parada, a unos 60 km. Tras recibir la negativa y tratar de idear diez rutas diferentes (con el mismo problema de alojamiento casi todas, muy feas, muy lejanas o muy cercanas) decidimos volver a casa y ahorrarnos el alojamiento de esa noche. Al fin y al cabo estábamos a menos de 70 kilómetros de nuestras camas.



Y eso. Que estuvo bien. Un poco improvisado y ciertas averías pero bien.

El canal lo reviví tras cierto tiempo de abandono. He cambiado la temática completamente y de ahora en adelante quiero dedicarlo a divulgar mis andanzas en vídeo en cuanto a viajes. Pero no todo tipo de viajes sino los viajes que me planteo como retos mentales y físicos: cruzar España en bici, en longboard, recorrer el atlántico ibérico a pie... (próximamente).

"Nut up, or shut up"

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2 comentarios:

  1. La idea era buena pero veo que la suerte no estuvo de vuestro lado y demasiado que no pillasteis una pulmonía porque con la que os cayo encima ... ¡Mas suerte para la próxima!

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    1. ¡Gracias! Pues mira, el segundo día me levanté resfriado, y no fue por el granizo ni la lluvia que nos cayó encima. Fue por pasar frío en el hostal, ya que pensaba que no había traído el forro polar y dormí solo con una camiseta. Ah, y apagamos la calefacción para no asfixiarnos. El segundo día, como puedes ver en el vídeo, descubrí el forro polar en el fondo de una alforja :(

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Quiero leeros.