domingo, 21 de febrero de 2016

Viajar grabando. 7 consejos

Antiguamente los diarios de viaje eran cuadernos repletos de párrafos y dibujos, que se escribían con la intención de recoger las experiencias y observaciones realizadas por uno mismo como viajero. Hoy en día, la tecnología nos brinda la posibilidad de narrar y difundir nuestros viajes a través de imágenes, bien sean estáticas o bien en movimiento. Esto no significa que debamos dejar de lado el papel, es más, yo procuro llevar siempre libreta y boli a mano. Me resulta muy interesante resumir el día en papel durante los ratos muertos, para poder recordar tiempo después qué cosas me marcaron y llamaron más mi atención. Una cámara no capta tus pensamientos.


Aun así, lo que este post viene a ofreceros es una serie de consejos para que podáis sorprender a vuestra familia, amigos, conocidos y seguidores con el reportaje post-viaje:

1. Si solo puedes llevarte una cámara, que sea de fotos. La razón es simple: las cámaras de vídeo son menos polivalentes, en el sentido de que hacen vídeos buenos y fotos muy malas. Sin embargo, las cámaras de fotos (y especialmente las réflex) hacen fotos y vídeos de una calidad excelente.

2. Móviles no. Si usas tu teléfono para hacer vídeos y fotos constantemente puedes quedarte sin batería en un momento crítico: cuando te has separado del grupo, cuando tienes que consultar el GPS, llamar al hotel, etc.

3. Un par de baterías. Es bastante común que tras un día intenso llegues a la cama y se te pase cargar la cámara. A la mañana siguiente, la segunda batería, siempre a tope, te sacará del apuro. O incluso si esperas grabar mucho ese día, puedes llevarte las dos baterías y darle caña.

4. Tarjeta de memoría vacía. Suena obvio, pero las prisas al salir pueden jugarnos la mala pasada de encontrarnos la SD llena y no poder borrar las fotos porque no las hemos pasado al ordenador. ¡Compruébalo!

5. Una buena bolsa. Para cuidar la integridad de tu cámara, recomiendo una bolsa acolchada en el interior. Quién sabe si acabará en el suelo alguna vez. Si llevas un equipo reducido, que es lo más práctico, una bolsa como esta de Case Logic te puede ser muy útil. Es la que yo uso para los viajes.

Por experiencia propia cabe una cámara réflex con objetivo 18-55mm, el cargador, tarjetas SD, móvil, cartera y un paquete de frutos secos.

6. Un pequeño trípode puede ser de mucha utilidad. No pesará ni ocupará mucho, y puedes llevarlo en la mochila. En lugar de apoyar la cámara en el suelo o un árbol, podrás colocarla en el ángulo que prefieras y estar seguro de su estabilidad. En Amazon.com se pueden encontrar buenas gangas.


7. Cámara a mano, pero que no resulte un rollo llevarla. Una bolsa como la de arriba juega un papel crucial en ello.

Viajad mucho, disfrutad de ello y, ante todo, que una cámara no os impida saborear los mejores momentos.
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